01 octubre 2025
Burofax
Cuando se envía un burofax, las fechas y plazos tienen un valor crucial, ya que determinan la validez legal de la comunicación y el momento en que se considera efectuada la notificación.
Tanto si el envío se realiza mediante un burofax postal como con un burofax electrónico por email, SMS o WhatsApp, es importante conocer qué fechas son las que cuentan realmente a nivel jurídico.
Ambas modalidades de burofax generan certificados oficiales que acreditan la fecha de envío, entrega y lectura, lo que las convierte en herramientas esenciales tanto para particulares como para abogados, empresas y autónomos.
El cómputo de un burofax comienza desde el momento exacto en que se cursa el envío.
En el caso del burofax postal, la fecha válida es la que queda registrada en el comprobante emitido en el momento de la admisión en el sistema postal.
Para el burofax electrónico, el inicio se produce en el instante en que la plataforma genera el certificado de envío electrónico.
Esto significa que, desde ese momento, el remitente ya cuenta con una prueba legal de haber iniciado la comunicación.
Existen tres hitos principales que marcan las fechas relevantes de un burofax:
Fecha de envío: el momento en el que el remitente cursa el burofax.
Fecha de intento de entrega: cuando el cartero o el sistema electrónico trata de notificar al destinatario.
Fecha de entrega o puesta a disposición: el momento en que el destinatario recibe o tiene disponible el burofax.
En el caso de un servicio de envíos de burofax electrónicos como BuroNet, se certifican de forma automática tanto la entrega como la apertura del mensaje si esta se produce.
En el caso de servicios de envíos de burofax postales como Burofax ONE, se certifica la entrega en mano o la constancia de los intentos fallidos.
A efectos legales, la notificación se entiende efectuada cuando:
El destinatario recibe el burofax personalmente o lo abre en el caso de los envíos electrónicos.
Se deja constancia de que el destinatario se negó a recibirlo.
Se certifica que, pese a los intentos, el destinatario no pudo ser localizado en su dirección.
Esto último es muy importante: incluso si el destinatario no recoge el burofax o no abre el mensaje electrónico, la notificación puede considerarse válida siempre que se acredite el intento de entrega.
En un burofax postal, el operador postal realiza al menos dos intentos de entrega en días y horarios distintos. Si el destinatario no se encuentra, se deja un aviso para que pueda recogerlo en la oficina del operador más cercana posible a la dirección de entrega.
Y en el burofax electrónico, el sistema realiza varios intentos automáticos de notificación electrónica y certifica tanto la entrega como la apertura del mensaje. Esto asegura que el remitente disponga siempre de pruebas de los intentos realizados.
La forma más sencilla es consultar los certificados de entrega y apertura que genera automáticamente plataformas como CartaSinSobre.
Con su servicio de envío de burofax electrónicos, el usuario puede descargar directamente la certificación que acredita la entrega y, si corresponde, la lectura del mensaje.
Con su servicio de envío de burofax postales, el sistema emite un acuse de recibo postal que el usuario puede descargar desde el área privada de la web.
Gracias a estos documentos, el remitente siempre cuenta con prueba legal válida ante cualquier procedimiento judicial o administrativo.
Las fechas más importantes de un burofax son la de envío, la de intento de entrega y la de recepción o puesta a disposición. Estas determinan el momento en que la notificación adquiere efectos legales.
Si busca una forma segura, rápida y con plena validez jurídica de enviar notificaciones, la mejor opción es hacerlo con la plataforma web CartaSinSobre.com, la cual te brinda dos opciones de burofax:
El servicio Burofax ONE, que garantiza la entrega física mediante correo postal certificado.
El servicio BuroNet, que agiliza la notificación a través de canales electrónicos inmediatos como email, SMS o WhatsApp.
Ambas modalidades son totalmente válidas y legales, y aseguran que siempre disponga de prueba irrefutable de sus comunicaciones.